Quienes somos
Somos una iglesia viva que adoradora bajo el fluir del espíritu santo, viendo los cielos abiertos con grandes milagros y poderosas liberaciones.
JOEL 2:28-29
Estrategia de Trabajo
Esta estrategia está basada en la palabra, donde Jesús formó a sus discípulos y queremos cumplir con esta gran comisión.
Nuestra Iglesia para llevar a cabo la Gran Comisión y desarrollar la visión del Señor; empleamos la estrategia “Trabajando como Jesús”.
¿En qué consiste?: En imitar al Señor Jesús, en nuestra vida de relación con el Padre, así como en nuestro servicio para él.
“El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” 1 Juan 2:6
El proceso:
Ganamos como el Señor Jesús: Desarrollamos en cada creyente el hábito y la necesidad de compartir el evangelio del reino, aprovechando las oportunidades que Dios nos da. Meta; Ganamos en las células cuatro personas por mes y llevamos a la iglesia mínimo dos de ellas.
Consolidamos como el Señor Jesús: Desarrollamos el Espíritu de paternidad de Cristo en cada consolidador, para cuidar a los recién convertidos afirmándolos en la fe y guiándoles para que participen de un Encuentro con Dios.
Discipulamos como el Señor Jesús: Capacitamos y formamos a nuestros Timoteos desarrollando el carácter y la compasión de Cristo en sus vidas para constituir nuestro equipo de doce como lo hizo el Señor Jesús.Discipulamos a través del CENTRO DE FORMACIÓN INTEGRAL (CEFI), usando el siguiente material:
Enviamos: Brindamos la oportunidad a cada creyente para que se convierta en multiplicador de la visión del Señor, yendo a hacer discípulos para Cristo a través de las células.
¡Alcanzando y discipulando las multitudes a la manera de Jesús!
Creemos en:
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La IGLESIA CRUZADA CRISTIANA, tiene como base fundamental las Sagradas Escrituras
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La plena inspiración por el Espíritu Santo de las Sagradas Escrituras como regla única e infalible de fe y conducta
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El Eterno Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo; Dios en tres Personas.
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La plenitud de la Deidad y Realeza de nuestro Señor Jesucristo y su verdadera humanidad impecable.
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La muerte sustitutiva y expiatoria de nuestro Señor Jesucristo en la Cruz.
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Que el Señor Jesucristo resucitó de entre los muertos con un cuerpo glorificado y que volverá en poder y gran gloria.
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La salvación por gracia soberana de Dios, alcanzada por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo.
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Que solamente hay dos lugares como destino eterno del ser humano: El Cielo para los redimidos por el Señor Jesucristo y el infierno para los que lo rechacen.
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La necesidad de mantener conforme al Evangelio, la pureza de la Iglesia en doctrina y conducta.